La Bandera de Ecuador
La primera bandera ecuatoriana que simbolizó la nueva nación que ansiaba erigirse independiente data de 1810, cuando un asta blanca sostuvo un paño rojo, durante la revolución quiteña, que finalmente fracasó en 1812.
El 9 de octubre de 1820, la segunda fase revolucionaria tuvo otro símbolo: un paño de cinco franjas horizontales, mostraba tres de color azul y dos de color blanco, colocadas en forma alternada, siendo azules, las periféricas y la central. En la franja azul central se destacaban tres estrellas representativas de las ciudades de Guayaquil, Portoviejo y Machala.
El 2 de junio de 1822, un decreto adoptó para la provincia libre de Guayaquil una bandera blanca, cuyo primer cuarto superior era de color azul. En el centro de este último sector se estampaba una estrella.
Cuando se produjo la anexión de Ecuador a la Gran Colombia, se adoptó el pabellón tricolor de esta gran nación, y el surgimiento de Ecuador como país independiente, en 1830, no cambió esta situación. Las franjas diseñadas por Miranda, amarilla, azul y roja, perduraron como identidad de Ecuador.
Fue recién en 1845, cuando se produjo la revolución marcista, en la ciudad de Guayaquil, contra el autoritario general Juan José Flores, que pretendía eternizarse en el poder, cuando nuevamente se utilizó la bandera azul y blanca, ya que estos revolucionarios se habían opuesto a la integración de Ecuador en la Gran Colombia y no deseaban ningún símbolo en común. Era tricolor con franjas verticales: blanca, azul-celeste y blanca, con tres estrellas. Estas fueron ampliadas a siete (las siete provincias) por la Convención de Cuenca que dictó el decreto del 6 de noviembre de 1845.
Esa bandera perduró hasta 1860, cuando el Presidente Provisional García Moreno, por decreto del 26 de septiembre, volvió a erigir como símbolo nacional, la antigua bandera de Ecuador, ideada por Francisco Miranda en 1806, y la que rigió cuando se proclamó la independencia. El decreto de 1860, fue confirmado por la Convención de 1861.
También se aclaró que en los edificios nacionales, fortalezas, buques de guerra, en el ejército, y en las agencias diplomáticas en el extranjero, las banderas deben colocar en su centro, el escudo de Armas de la Nación. En cambio las que se ubiquen en los edificios municipales sólo llevarán sobre la franja azul, tantas estrellas blancas como provincias componen el estado. La bandera de la Presidencia es cuadrangular.
El 7 de noviembre de 1900 un nuevo decreto, bajo la presidencia del general Eloy Alfaro, confirmó este emblema estableciendo los tres colores de sus franjas horizontales: la amarilla, del doble de ancho que las restantes es la primera. Es símbolo de la abundancia de su suelo, minero y fértil. El azul es un trozo del cielo y del mar ecuatorianos, y se ubica en el medio, y el rojo, la sangre sus héroes, que dieron la vida para esa bandera flamee independiente, está en la parte inferior.
Sus colores son iguales a los de las banderas de Colombia y Venezuela, pero se distingue de la primera en que esta sólo posee las tres franjas, sin escudo, y de la de Venezuela, en que ésta posee estrellas.
Es importante destacar que la bandera de Ecuador no solo es un símbolo de identidad nacional, sino también un recordatorio de su historia y lucha por la independencia. Cada cambio en la bandera refleja un cambio en la historia política del país, desde la revolución quiteña hasta la consolidación de la independencia. La bandera es un testimonio de la resistencia y el coraje del pueblo ecuatoriano.
Además, la bandera de Ecuador es un símbolo de unidad y respeto. En eventos deportivos, ceremonias oficiales y celebraciones nacionales, la bandera es un elemento central que une a los ecuatorianos en un sentimiento de orgullo y pertenencia. En estos contextos, la bandera es un recordatorio de los valores y principios que definen a la nación: la libertad, la justicia y la solidaridad.
La bandera también tiene un papel importante en la educación. En las escuelas de todo el país, los estudiantes aprenden sobre la historia de la bandera y su significado. Este aprendizaje no solo es una parte esencial de la educación cívica, sino también una forma de fomentar el respeto y la valoración por la historia y la cultura del país.
En definitiva, la bandera de Ecuador es mucho más que un simple emblema. Es un símbolo de identidad, historia, unidad y respeto que refleja los valores y la lucha del pueblo ecuatoriano.