El Movimiento 26 de Julio
También conocido como el M-26-J o el M-26-7, este movimiento de carácter político y militar, fue iniciado por Fidel Castro en 1953 con la finalidad de deponer a Fulgencio Batista, dictador de Cuba. El 26 de julio de 1953 llevarían a cabo el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, acto del que tomarían su nombre. El asalto fracasó y sus cabecillas fueron hechos prisioneros. Fidel Castro logró la amnistía en 1955, tras lo cual, organizó en la clandestinidad el M-26-J, el 12 de junio del mismo año.
El Movimiento 26 de julio tomó inicialmente la bandera de los ideales de José Martí, héroe de la independencia de Cuba y fue la organización que lideró la revolución cubana instaurando la guerra de guerrillas, estrategia subversiva que después serviría de modelo a otros levantamientos armados de América Latina, Medio Oriente y África.
A finales de 1956, procedentes de México, los líderes del grupo entraron clandestinamente a la isla, estableciendo su cuartel general en Sierra Maestra desde donde comandaron la lucha armada que terminaría con el derrocamiento de batista el fin de año de 1958.
Castro se convirtió en una personalidad reconocida en la isla, no sólo por el asalto al cuartel Moncada, también por ser parte del Partido Ortodoxo. El M-26-J se unió con el Movimiento Nacional Revolucionario, comandado por Rafael García Bárcenas; más tarde se les sumaría el grupo de Acción Nacional revolucionaria, dirigido por el joven Frank País, todos con el objetivo de derrocar al dictador Batista.
Entre 1955 y 1956, parte del grupo se ve obligado a exiliarse en México, donde organizaron al movimiento y entrenaron militarmente a los futuros guerrilleros. En tanto, en la isla, se organiza clandestinamente la lucha en diferentes frentes.
En 1956, conducidos por Fidel Castro, a bordo del yate Granma, partieron de México 82 guerrilleros pertenecientes al M-26-J, desembarcando en la zona de los Cayuelos, cercano a la playa Las coloradas, en la zona oriental de la isla. El grupo no corrió con mucha suerte, teniendo numerosos percances y deserciones, quedando un reducido grupo de 20 personas, que instalaron su cuartel general en Sierra Maestra. Tras dos años de combates, derrotaron a Batista que se vio obligado a huir de la isla con destino a Miami y de ahí a República Dominicana. El movimiento toma el poder el primero de enero de 1959, fecha que se considera el triunfo de la Revolución cubana.
En plena guerra, el M-26-J tuvo una escisión, debida a las diferencias ideológicas de sus integrantes, pues si bien a todos los revolucionarios los movía el deseo de derrocar a Batista y terminar con la alianza imperialista que este mantenía con el gobierno norteamericano, no todos comulgaban con las ideas de Castro y su grupo cercano. Los dos grupos producto de la escisión fueron conocidos como el grupo de “la sierra” y “el llano”. La “sierra” era el grupo de Castro, situado en el campo, de actividad guerrillera e ideología marxista-comunista, radical, anti norteamericano y antiimperialista, este grupo era comandado por Fidel y Raúl Castro y el Che Guevara.
El grupo del llano, de actividades más bien agitadoras y propagandísticas en los núcleos urbanos, tenía también una clara postura antiimperialista, pero no comulgaba con el comunismo y era movido por un afán nacionalista enfocado a la democracia liberal, a este grupo pertenecían Huber Matos, Pedro Boitel, Armando Hart y René Ramos.
El grupo de la sierra ganó posiciones, radicalizando e incluso llegando a perseguir a sus antiguos aliados, muchos de los cuales se volvieron contrarrevolucionarios y terminaron en el exilio o en la cárcel. El movimiento 26 de julio se disolvió progresivamente al triunfo de la Revolución transformándose paulatinamente en el Partido Comunista de Cuba, en octubre de 1965.