Juan Williams Rebolledo
El Almirante Juan Williams Rebolledo, marino chileno, nació en Cucaraví en 1825. Fue Diputado de Chile por Valparaíso y elector de Presidente; asimismo, tuvo una importante actuación a comienzo de la Guerra del Pacífico.
Casado con Clara Noeglé, tuvo cinco hijos. Ingresó a la Marina en 1844 como Guardiamarina, embarcándose en diferentes buques y hacia distintos destinos, entre ellos, a Magallanes, con el objetivo de apoyar una colonia recientemente instalada por su padre, Juan Williams Wilson.
Participó en la guerra contra España en 1865, haciéndose cargo del buque “Esmeralda” en el combate naval de Papudo y venciendo a la goleta española Covadonga.
En 1867 llegó a la Cámara de Diputados en representación de Valparaíso. Pocos años más tarde, en 1874 fue nombrado Comandante General de la Marina.
Iniciada la Guerra del Pacífico entre Chile, Perú y Bolivia, Williams fue designado Comandante en Jefe de las Fuerzas Navales Chilenas. Intervino estratégicamente en el combate naval de Iquique, ofensiva que se cobró la muerte Arturo Prat Chacón embarcado en el buque Esmeralda que se había enfrentado al peruano Huáscar, produciéndose también el hundimiento de la nave.
En el combate naval de Punta Gruesa, conflicto en el que también tuvo injerencia, el resultado fue favorable al Covadonga, nave chilena que se enfrentó al Independencia peruano.
Al frente del buque Blanco Encalada, última misión en alta mar, siguió dirigiendo la campaña naval. Su incapacidad para frenar al Huáscar peruano, que no cesaba de inmiscuirse en las costas chilenas, sumándole a eso su frágil salud por problemas pulmonares, renunció dolido por las críticas que le hacían sus pares en relación a la captura del transporte “Rimac”, buque que, tras su consejo, navegaba sin protección, siendo capturados los víveres, municiones y menestras. El descontento general se tradujo en una dura diatriba popular hacia la decisión del gobierno.
Hacia 1889 se hizo cargo de la escuela Naval, destacándose por ser un educador de varias generaciones, siempre avocado al cumplimiento de la disciplina y el deber, ambas, virtudes militares.
Posteriormente, se hizo cargo de la comandancia general, un año antes que estallara la Guerra Civil de 1891, año en que renunció a su puesto por ponerse a las órdenes de José Manuel Balmaceda quien, de todos modos, se suicidará ese mismo año.
En 1908 y a través de una ley, le fue concedido el cargo de Vicealmirante. El 24 de junio de 1910 falleció en la ciudad de Santiago.