El Golpe de Estado de Pinochet
Nació en Valparaíso (Chile) el 25 de noviembre de 1915, siendo bautizado con el nombre de Augusto José Ramón Pinochet Ugarte. Inició sus estudios militares a lo 17 años. En 1970 fue designado General de División.
Fue mano derecha del General Carlos Prats, Comandante en Jefe del Ejército, partidario del gobierno constitucional de Allende, que representaba al partido Unidad Popular y representante de las fuerzas armadas ante Fidel Castro, el Presidente comunista cubano, durante su visita a Chile.
Allende era un gobernante de ideas de izquierda que había puesto en manos del estado muchas empresas, sobre todo mineras, y había establecido una política de redistribución de la riqueza, lo que afectaba a los intereses de la derecha y de Estados Unidos, que impuso una especie de bloqueo, al congelar la exportación de cobre. Durante su gobierno se expropiaron tierras para hacer efectiva la reforma agraria, se nacionalizaron los Bancos privados, hubo control de precios y una política de acercamiento hacia otros gobiernos socialistas, restableciéndose las relaciones con Cuba, lo que motivó la visita de su Presidente, antes mencionada.
Aunque Allende no se opuso directamente a los militares, que ocuparon cargos durante su gestión de gobierno, el 29 de junio de 1973 se produjo una sublevación del ejército comandada por el coronel Roberto Souper, conocida como el “tanquetazo”, que fue reprimida por Prats y sus hombres, entre los que se hallaba Pinochet.
El cargo de Comandante en Jefe del Ejército pronto sería desempeñado por Pinochet, tras la renuncia de Prats, que no contaba con el apoyo de las Fuerzas Armadas, que se manifestaron en su contra. Fue el propio Prats quien recomendó a Pinochet para el desempeño de esa función, cuya designación se hizo efectiva el día 23 de agosto de 1973, en el Palacio de la Moneda.
La situación política era de tensión. Por el acuerdo de la Cámara de Diputados del día 22 de agosto de 1973, se reconocía que el orden constitucional de la república se hallaba roto, y comenzaba a gestarse un golpe de estado, respaldado por la CIA y el gobierno estadounidense, a cargo del comandante de la Fuerza Aérea, Gustavo Leigh, y del vicealmirante José Toribio Merino. La incorporación de Pinochet al golpe de estado se realizó en forma tardía, y luego de una reunión mantenida con Allende quien le había informado su decisión de recurrir a un plebiscito.
El coordinador del golpe fue Patricio Carvajal, estando comunicados todos los golpistas mediante redes organizadas desde el Comando de Telecomunicaciones del Ejército, lugar donde se instaló Pinochet, aunque la dirección general de la ofensiva contó con el apoyo de Estados Unidos, a través de Richard M. Nixon y de Henry Kissinger.
Las luchas fraticidas, durante ese fatídico 11 de septiembre, se extendieron durante varias horas, en las que fueron frecuentes las detonaciones de bombas. Cuando finalmente se produjo la toma de la casa de la Moneda, Allende se suicidó, luego de haber pronunciado un sentido discurso a su pueblo a través de Radio Magallanes y de rechazar el ofrecimiento de abordar un avión que lo llevaría hacia el exilio.
En la tarde de ese mismo día comenzó la dictadura militar en Chile, jurando los protagonistas en la Escuela Militar, pasando a desempeñar el Poder Ejecutivo, la Junta Militar, integrada por el General Pinochet, Comandante en Jefe del Ejército, el Almirante José Toribio Merino, Comandante en Jefe de la Armada, el General Gustavo Leigh, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea y César Mendoza, Director General de Carabineros.
Durante su gobierno el Congreso fue disuelto y los más sagrados derechos humanos fueron aniquilados. Los partidos políticos debieron actuar desde la clandestinidad y los dirigentes del partido Unidad Popular fueron detenidos.
Las violaciones a los derechos humanos recién estaban comenzando, pues tras ser designado Presidente de la República por la Junta Militar, el 17 de diciembre de 1974, Pinochet, admirador del represor español Francisco Franco, creó la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), instrumento que usaría para destruir toda manifestación contraria a su despótico gobierno. Este brazo armado del gobierno se encargó de sembrar el terror desde el seno mismo del estado persiguiendo a sus opositores políticos mediante secuestros, torturas y asesinatos. Esta institución perduró hasta 1977, en que fue reemplazada por un organismo un poco menos cruel, aunque no alejado de la represión y la tortura: la Central Nacional de Informaciones (CNI).
Un lugar destacado en el gobierno del dictador lo ocupó su esposa, Lucía Hiriart Rodríguez de Pinochet, que creó la agrupación Damas de Color, destinada a realizar obras de caridad.
A partir de las 21 horas, la vida social y pública de Chile estuvo fuera de las calles, al establecerse el toque de queda.
En el aspecto económico aplicó políticas de corte neoliberal reduciendo el gasto público con el despido de un 30 % de empleados estatales, aumentó el valor del impuesto al valor agregado (IVA), privatizó las empresas del estado, retiró los subsidios sociales, devaluó la moneda reemplazándose el escudo por el peso, y se produjo una generalizada baja de salarios.
La tasa de desempleo creció a cifras alarmantes y debieron crearse planes de empleos para contener a la masa desocupada.
Proliferaron los robos a camiones de supermercados para palear el hambre, y se organizaron clandestinamente apagones y cacerolazos en señal de protesta.
Como saldo positivo, a partir de 1977 se eliminó la hiperinflación, al establecerse una tasa de cambio fija de treinta y nueve pesos por dólar.
Este período de mejora subsistió hasta el año 1982, en que se produjo la caída del sistema financiero. El estado intervino en la economía devaluando el peso.
En 1985, se logró sanear la economía chilena, por la intervención del ministro de Hacienda, Hernán Büchi, quien tomó medidas drásticas.
Fijó un dólar alto para favorecer las exportaciones, redujo las jubilaciones, y los planes sociales y privatizó los Bancos y las empresas que aún continuaban en la órbita estatal.
La reacción ocurrió el 11 de mayo de 1983, cuando los trabajadores nucleados en la CTC (Confederación de Trabajadores del Cobre) iniciaron una movilización de protesta. Ese mismo año, el 22 de agosto, se creó a Alianza Democrática donde se produjo la unión de la mayoría de los partidos políticos para formar un bloque opositor contra el gobierno de facto, llegando en 1985 a un Acuerdo Nacional para la Transición de la Plena Democracia.
Paralelamente en este período la economía mejoró y las clases bajas y medias obtuvieron mejoras en sus ingresos.
En septiembre de 1980, se realizó un cuestionado plebiscito, tras el cuál se sancionó un mes más tarde una Constitución que estableció entre otras disposiciones un mandato presidencial de ocho años para Pinochet a partir del 11 de marzo de 1981.
En 1986, se produjo un atentado frustrado contra la vida del dictador por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, donde murieron cinco guardaespaldas. Hubo represión de parte del gobierno contra este movimiento poco tiempo después, donde se asesinaron 12 de sus miembros, que dudosamente estuvieron implicados en el atentado.
Al realizarse el nuevo plebiscito que llevaría a Pinochet a consolidarse en el poder por un nuevo período de ocho años (1989-1997), la oposición en los pocos minutos permitidos en la franja horaria de publicidad, realizó una campaña de desprestigio hacia el gobierno que se proclamaba, con publicidad masiva, como garantía de estabilidad y orden contra el marxismo subversivo, para levantar la bandera de la democracia y el respeto de los valores y de la dignidad humana. La apuesta fue fuerte, no sólo desde la campaña electoral sino también en el control para evitar el fraude electoral. Las desventajas eran muchas para la oposición, que debía luchar contra el autoritarismo de un aparato estatal represor, que no otorgaba ventajas, sino, por el contrario, utilizaba los medios más engañosos y coactivos para sostenerse en el poder.
La derrota fue elocuente. El 52 % del electorado se pronunció en contra de la continuidad del dictador en el mando de Chile.
El 14 de diciembre de 1989, Chile celebraba la vuelta a la democracia, con el triunfo de la alianza opositora Concertación de Partidos por la Democracia, que llevó a Patricio Aylwin del partido Demócrata Cristiano al ejercicio de la presidencia, que comenzó a ejercer el 11 de marzo de 1990. Pinochet, aún no estaba acabado, la Constitución de 1980, en sus disposiciones transitorias le daban una nueva posibilidad. Continuaba como Comandante en Jefe del Ejército por ocho años más.
El 25 de abril de 1990, el presidente de Chile, Patricio Aylwin Azócar ( 1990-1994) creó la Comisión Rettig, por ser el nombre de quien la presidía, cuya denominación formal era Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, para investigar lo sucedido en el período de la dictadura de Pinochet, documentándose miles de muertos y de detenidos desaparecidos, denominación que se les otorgaba a aquellos que habían sido privados de su libertad y cuyo paradero nunca se supo, ya que los cadáveres eran arrojados al mar y nunca aparecieron.
Este informe fue una prueba contundente para llevar al banquillo de los acusados a aquellos que otrora se sintieran impunes. Los miembros de la DINA, fueron acusados y sometidos a juicio, impidiéndose a la Corte conceder amnistía por la índole de los delitos cometidos.
El retiro de Pinochet de su cargo en el Ejército se produjo el 10 de marzo de 1998, pasando a desempeñarse como Senador Vitalicio, según lo establecían las normas constitucionales, ante una oposición que se manifestó en su contra, al considerar que se estaba dando un premio al jefe supremo del terrorismo de estado.
Cuando en el mes de septiembre Pinochet viajó a Londres, por razones de salud, debió enfrentarse a una orden de detención cursada por el juez español Baltasar Garzón, con los cargos de asesinato a ciudadanos españoles residentes en Chile durante la dictadura. Inglaterra hizo lugar al pedido. La defensa de Pinochet argumentó la inmunidad diplomática para apelar el arresto, lo que fue aceptado en una primera instancia. Luego de que varios comités se pronunciaran en contra o a favor de la inmunidad diplomática, la decisión definitiva se tomó el 24 de marzo de 1999, juzgándoselo por los hechos cometidos a partir del 8 de diciembre de 1988, permaneciendo por razones de edad y de salud bajo arresto domiciliario.
Luego de exámenes médicos que determinaron la gravedad de su estado de salud, por razones humanitarias, fue liberado y regresó a Chile, donde varias causas se habían abierto para juzgarlo sobre su actuación en el ejercicio del poder. Habiendo sido desaforado en Chile por la Corte Suprema de Justicia, fue sobreseído al “comprobarse” que no comprendía por razones psiquiátricas, los cargos en su contra, en julio de 2002.
Luego de renunciar a su cargo como Senador, se confinó en su domicilio particular, hasta que dos años más tarde la Corte Suprema confirmó la revocación del sobreseimiento por demencia, reabriéndose la causa, que fue dejada sin efecto el 7 de junio de 2005.
En noviembre de ese año nuevas causas enfrentarían a Pinochet con la justicia, esta vez por enriquecimiento ilícito y falsificación de documentos.
El cuarto desafuero se realizó el 20 de enero de 2006 por la Corte de Apelaciones de Santiago, acusado de torturador.
El 10 de diciembre de 2006 falleció, una semana después de sufrir un infarto de miocardio, eludiendo así la justicia de los hombres. En este mundo sólo lo condenará la historia y la memoria colectiva. En su funeral, el Jefe del Ejército y un nieto de Pinochet, el Capitán del Ejército Augusto Pinochet Molina, reivindicaron el golpe de Estado, mientras la Ministra de defensa era abucheada por los partidarios del represor fallecido.
El 24 de diciembre de 2006 se dio a conocer una carta póstuma de Pinochet, titulada “Mensaje a mis compatriotas” donde declara que volvería a hacer lo mismo “aunque con mayor sabiduría”, justificando el golpe para impedir una guerra civil que se avizoraba en el gobierno de Salvador Allende, remarcando su profundo amor a la Patria y a los chilenos.