Batalla de Peteroa
La guerra de Arauco tuvo varias luchas y batallas entre las cuales estuvo la de Peteroa. El año 1556 fue en el cual se desarrollaron estas intensas luchas entre los invasores españoles y los indios mapuches que defendían sus dominios y territorios. Esta batalla en particular se desarrolló en un llano cercano al río Mataquito, el lugar se llamaba Peteroa y por esto el nombre de la batalla.
Los Mapuches eran comandados por Lautaro y los españoles tenían a la cabeza de sus tropas a Pedro de Villagra. El pueblo mapuche había sufrido una fuerte epidemia durante el año 1554 pasando una situación de hambruna que aquejó a esa población durante dos años.
Durante este período Lautaro tenía buenos resultados en sus luchas del norte lo cual propició sublevaciones de los mapuches que habían sido sometidos en ese período de tiempo. En este contexto, Lautaro demostró ser un líder estratégico y valiente, capaz de motivar a su pueblo a resistir a pesar de las adversidades. Su habilidad para organizar y dirigir a sus guerreros fue clave en la resistencia mapuche.
En el año 1556 fue Promauces el que se comunicó con los mapuches prometiendo alimentos con la condición de que estos apoyaran su enfrentamiento contra los españoles encabezados por Santiago de Chile. Esta alianza estratégica fue crucial para fortalecer la resistencia indígena y aumentar la presión sobre los invasores españoles.
En ese mismo año Lautaro envió un ejército hacia la zona del norte del río Biobio con la cual esperaba promover fuerzas rebeldes mapuches en esa zona y en el norte de Promaucaes, cercano al río Itata. Este movimiento estratégico tenía como objetivo desestabilizar a los españoles y fortalecer la resistencia indígena.
Los guerreros reclutados por Lautaro sirvieron a su causa en la cual tuvo éxito en el norte y tras lo cual marchó hacia Santiago. En el camino luego de cruzar el rio Maule decidió parar en una zona cercana a Teno, el lugar era justamente Peteroa.
Luego incursionó en zonas cercanas a Santiago donde luchó contra los que no aceptaron ensamblarse a sus fuerzas, fue el caso de Promaucaes. En este sentido llevó a cabo acciones de represalia contra estos persiguiéndolos y desterrándolos de sus tierras. Fue así que los pobladores tanto indígenas como españoles escaparon hacia la ciudad en busca de protección.
Lautaro expandió su marcha victoriosa hacia Santiago derrotando a Diego Cano y unos cuantos jinetes que estaban a su mando. Fue allí que Lautaro estableció allí una fortaleza. Esta fortaleza se convirtió en un símbolo de resistencia y un punto de reunión para los mapuches.
Cuando ya estas fuerzas mapuches de Lautaro comenzaron a representar un peligro para los españoles, estos enviaron desde Santiago una tropa al mando de Pedro de Villagra hacia la fortaleza de Lautaro en Peteroa. La lucha duró unos días y a pesar de haber matado a 500 indios los españoles no pudieron tomar la fortaleza.
Esta batalla representó una disminución importante de las fuerzas de Lautaro quien tuvo que partir hacia el río Maule para replegarse en virtud de que se avecinaban nuevos ataques de los españoles y que sus fuerzas habían sido diezmadas con lo que estratégicamente lo mejor era ir a conseguir nuevas fuerzas. La batalla de Peteroa, a pesar de la pérdida de vidas, demostró la resistencia y el coraje de los mapuches bajo el liderazgo de Lautaro.