La Patria Vieja
El 16 de agosto de 1810, ya se había vislumbrado la actitud revolucionaria de la aristocracia chilena, que exigió la renuncia del gobernador interino, Antonio García Carrasco, que se había ganado la desconfianza de la Real Audiencia y del Cabildo por su mala administración. Para mayor desprestigio de su figura, se vio involucrado en la muerte de los tripulantes de una fragata inglesa y por haber puesto en prisión a tres destacadas personalidades de la sociedad criolla. Mateo de Toro y Zambrano, de 83 años, fue el elegido para ocupar el poder quien convocó a un Cabildo Abierto.
El 18 de septiembre de 1810, la Capitanía General de Chile obtuvo su primer gobierno patrio, una Junta , presidida por Mateo de Toro. El vicepresidente fue el obispo José Martínez de Aldunate; los secretarios: Gaspar Marín y Gregorio Argomedo, y los vocales: Fernando Márquez de la Plata, Juan Martínez de Rozas, Ignacio de la Carrera, Juan Enrique Rosales y Francisco Javier de Reina.
Asumió entonces, la Junta, que gobernaría en nombre del rey español, Fernando VII, cautivo de los franceses. El sistema de Juntas se había usado en España, para seguir brindando fidelidad al rey cautivo, y su aplicación había pasado a América, donde se las utilizaba bajo esta forma, para lograr la emancipación. La alusión a Fernando VII, era una excusa para crear un gobierno independiente, pero no cortar intempestivamente los vínculos con la Metrópoli, que se opondría seguramente a perder esos dominios, que le brindaban muchas ventajas económicas.
La Revolución Francesa, y la norteamericana, inspiradas en las ideas liberales y en el pensamiento ilustrado, hicieron nacer en todas las colonias españolas, el sentimiento de libertad. La circunstancia de que el rey español estuviera preso, les otorgó motivo suficiente para alegar que el poder había vuelto al pueblo, que es quien ahora tenía la soberanía.
Este hecho dio nacimiento a la Patria Vieja, atisbo de gobierno independiente de la soberanía española, pero signada por guerras, que harán muy difícil su subsistencia.
Los demás pueblos americanos recibieron la noticia de la creación de esta Junta el día 2 de octubre de 1810. El 14 de noviembre el nuevo gobierno tomó la decisión de crear fuerzas militares y el 22 de noviembre, la jefatura de la Junta pasó a ser ejercida por Juan Martín de Rozas.
El 15 de diciembre se realizó la convocatoria a elecciones para el primer Congreso Nacional, que aseguraría representatividad a toda la Capitanía y no solamente a Santiago de Chile. Inició sus sesiones, el 4 de julio de 1811. Este Congreso, donde predominaban las ideas moderadas, o sea, de no romper abruptamente los vínculos con España, dictó la ley de libertad de vientres, por el cual se declaraba la libertad de todos los esclavos, que nacieran a partir de ella, en el territorio chileno.
También se prohibió el comercio de negros. Se creó la provincia de Coquimbo y se instauró la libertad de comercio, codiciado anhelo, ya que uno de los más importantes motivos que impulsaban la revolución, era desprenderse del sistema de monopolio comercial establecido por España a sus colonias, que les permitía comerciar solo con ella.
Como medida para igualar los derechos y suprimir privilegios, se quitaron los derechos parroquiales. Para robustecer la unión de la causa americana, se comisionó a Francisco Antonio Pinto a la Junta de Buenos Aires, del mismo carácter que la chilena, como enviado diplomático.
En febrero de 1811 había arribado a Valparaíso, José Miguel Carrera, de ideas menos moderadas, y que pretendía cortar abruptamente con el régimen colonial. El 4 de septiembre, los hermanos Carrera, protagonizaron un golpe de estado y el 15 de noviembre de 1811, José Miguel Carrera, logró su propósito, luego de un golpe de estado que esta vez resultó exitoso. La nueva junta se integró además de por Carrera, en representación de Santiago, por Gaspar Marín, por Coquimbo y Juan Martínez Rozas por Concepción. Éste, sería reemplazado por Bernardo O»Higgins. Tanto O´Higgins como Marín, dejarán sus cargos al disolverse el Congreso nacional, quedando el poder total en manos de Carrera.
Durante los dos años de su gobierno, Carrera se preocupó de que su ideal de independencia se propagara y se hiciera eco en toda la sociedad chilena. Para ello, compró una imprenta, con la cual editó el primer periódico patriótico, llamado “La Aurora de Chile”, puesto a cargo de Camilo Henríquez. Desde sus páginas el pensamiento democrático y contrario al régimen del absolutismo monárquico se manifestó en toda su locuacidad, sin tapujos ni apariencias. La revolución norteamericana se mostró como ejemplo a seguir, para revertir en el pueblo el origen del poder, y no en la voluntad divina que supuestamente se la adjudicaba a los reyes. Este periódico fue censurado el 18 de agosto. El 1 de abril de 1813, dejó de editarse.
También fue Camilo Henríquez quien impulsó a través de un plan, la formación del Instituto Nacional, organismo cultural, para la enseñanza de varias asignaturas, como gramática castellana, matemáticas, literatura, política, inglés, ciencias sociales y economía.
Carrera, en el Reglamento Constitucional de 1812, aludía a Fernando VII, pero solo como una pantalla que encubría el nacimiento de un nuevo estado, al que se le creó una bandera y una escarapela que lo identificaba.
Este sueño se quebró cuando el virrey del Perú, Fernando de Abascal, envió al general Antonio Pareja, en 1813, para evitar la concreción de la independencia chilena.
Era el mes de marzo de 1813, cuando el general Pareja, que partiera desde el puerto del Callao, desembarcó en Chiloé. Desde allí su ruta se dirigió hacia el norte, donde los grupos contra-revolucionarios le fueron brindando apoyo, logrando reunir alrededor de 2.000 hombres. El 29 de marzo logró tomar la ciudad de Concepción.
Las fuerzas de Pareja se enfrentaron a Carrera, quien comandó personalmente la defensa territorial, como Brigadier y Jefe del Ejército, dejando el gobierno a cargo de una Junta, a partir del 31 de marzo.
Las armas no favorecieron a las fuerzas de Carrera. Así fueron derrotados en “Yerbas Buenas” (27 de abril de 1813), y a pesar de la victoria de San Carlos (15 de mayo de 1813) que obligó a los realistas a refugiarse en Chillán, el sitio de este lugar fracasó por la resistencia realista. Allí fue donde murió el general Pareja, a causa de una neumonía el 21 de mayo de 1813, siendo reemplazado por Juan Francisco Sánchez, quien contraatacó exitosamente en El Roble (29 de octubre de 1813), aunque no pudo obtener su propósito por la gloriosa intervención de O´Higgins. La Junta de Gobierno decidió mudarse a Talca.
Pero el espíritu liberal seguía intacto y se mostraba desde el “Monitor Araucano”, cuyo primer número se dio a conocer el 17 de abril de 1813 y el 23 de junio la libertad de prensa por decreto, rigió en el territorio de la Patria Vieja. El 7 de agosto un nuevo diario se sumó a la propagación del ideario revolucionario: “El Semanario Republicano”. También se fundó la Biblioteca Nacional.
Luego de la batalla de El Roble, el ejército patriótico cambió de mando. Carreras fue reemplazado por Bernardo O´Higgins, quien logró poner en retirada a los realistas, cuando Carrera se había alejado del campo de batalla, por considerar sus fuerzas insuficientes.
El año 1814, no trajo buenos augurios para los patriotas. Nuevas fuerzas realistas partieron desde el Callao, y arribaron a Chile el 31 de enero. A pesar de esto la revolución siguió su marcha y el 17 de febrero de 1814, Chile ya contó con un reglamento constitucional. Pero las ideas de independencia se contraponían con la suerte de las armas. El combate de Talca del 3 de marzo, seguida de la captura de José Miguel Carreras y de otros desastres, sellaron la suerte adversa de la Patria Vieja.
En mayo de 1814, se firmó el tratado de Lircay, donde los criollos debieron reconocer la soberanía del rey Fernando VII, mientras los criollos lograron que se reconociera la autoridad en ese momento en ejercicio del poder. El tratado de Lircay nació para no ser cumplido por ninguna de las partes y la lucha se reanudó.
El 23 de julio de 1814, José Miguel Carrera volvió a ocupar el poder, otra vez producto de un golpe de estado, aunque el Cabildo Abierto reunido en Talca el 29 de julio, no estaba dispuesto a apoyar sus planes. El 20 de agosto la causa patriótica se enlutará con una pelea entre hermanos, donde combatirán los partidarios de Carrera y los de O´Higgins, quien perdida la batalla debió someterse al mando del primero.
Fue el desastre de Rancagua el que terminó con la Patria Vieja en octubre de 1814, donde los realistas recuperaron su dominio sobre el territorio chileno.