Historia
Inicio Siglo XIX La presidencia de Urquiza

La presidencia de Urquiza

Publicado por Hilda

Presidencia de UrquizaEl caudillo entrerriano Justo José de Urquiza llegó a la presidencia, por elecciones democráticas de acuerdo a lo dispuesto en la Constitución sancionada en 1853, el 5 de marzo de 1854, obteniendo 94 votos siendo el total 106; gobernando un país empobrecido, a causa de que toda la riqueza quedaba para Buenos Aires y su puerto.

Urquiza asumió la presidencia con una visión clara de unificar el país y fortalecer su economía. En un intento de descentralizar la riqueza y el poder, promovió la federalización de Buenos Aires, una medida que fue resistida por las elites porteñas. A pesar de los desafíos, Urquiza se mantuvo firme en su compromiso de construir una nación unida y próspera.

El poder se ejerció desde la capital que provisoriamente se instaló en Paraná, pues Buenos Aires no estaba bajo su mando, ya que no había aceptado la Constitución y se hallaba separada de la Confederación. Su vicepresidente fue Salvador María del Carril.

Disuelto el congreso por propia decisión se eligieron sus nuevos integrantes el 25 de mayo. Junto al congreso se nombraron los jueces integrantes del máximo tribunal, la Corte Suprema de Justicia.

Durante su gobierno se fomentó la llegada de inmigrantes, creándose colonias como la de Esperanza en la provincia de Santa Fe, y la de San José en Entre Ríos. Este movimiento de inmigración fue un factor clave en el desarrollo económico de Argentina, ya que los inmigrantes aportaron una gran cantidad de mano de obra y habilidades técnicas que contribuyeron al crecimiento de la industria y la agricultura.

Le dio gran importancia a la educación, creando colegios secundarios y nacionalizando otros, como el de Concepción del Uruguay en Entre Ríos y el Montserrat en Córdoba, al igual que la Universidad de Córdoba. Urquiza creía firmemente en el poder de la educación para transformar a la sociedad y promover el progreso. Su gobierno también se caracterizó por la promoción de la cultura y las artes, estableciendo teatros y bibliotecas en varias ciudades.

Firmó con Brasil un tratado de navegación libre, y un tratado de límites, reconociendo en 1857 a Paraguay como país independiente. Estos acuerdos diplomáticos fueron fundamentales para establecer relaciones cordiales con los países vecinos y asegurar la paz en la región.

Para mejorar la situación financiera se emitió papel moneda y se contrajeran deudas con el exterior. Aunque estas medidas fueron controvertidas, ayudaron a estabilizar la economía y financiar proyectos de infraestructura y desarrollo.

Lo más duro fue la relación con Buenos aires. En 1855 la provincia de Buenos Aires fue invadida por el general José María Flores y por Jerónimo Costa, pero fracasaron.

El 11 de noviembre de 1859, Urquiza logró la incorporación de Buenos Aires al suscribir el pacto de San José de Flores, con el compromiso de modificar la Constitución nacional, lo que ocurrió en 1860.

El 5 de marzo de 1860, las elecciones le dieron el triunfo a Santiago Derqui. Sin embargo las diferencias continuaron, desembocando en la batalla de Pavón. A pesar de los conflictos y desafíos, el legado de Urquiza como un líder comprometido con la unificación y el progreso de Argentina perdura hasta hoy.