Manuel Quintana
El abogado, docente universitario, padre de diez hijos, político conservador de carácter duro, y ex presidente argentino Manuel Pedro Quintana nació y murió en Buenos Aires, extendiéndose su existencia entre el 18 de octubre de 1835 y el 12 de marzo de 1906. Descendía de una familia ilustre, su abuelo, Francisco Bruno de la Quintana, había luchado en las guerras por la independencia.
Sus comienzos en la política
Ya desde sus días en la Universidad de Buenos Aires cuando cursaba la carrera de Derecho sintió una fuerte inclinación por la política y militando junto a los mitristas logró ocupar una banca como diputado en 1860. Sin embargo, el tema de la capitalización de Buenos Aires, a lo cual se oponía motivó que se cambiara transitoriamente al Partido Autonomista, liderado por Adolfo Alsina, presentando como diputado un proyecto de ley para que la capital se ubicara en Rosario.
Asumió como Senador de la nación en el año 1870 y ese mismo año presidió la Asamblea Constituyente. Un año más tarde por pedido de Sarmiento negoció con Paraguay el fin de la Guerra de la Triple Alianza.
Era defensor de la soberanía de los pueblos y el principio de no intervención, lo que expuso en la Primera Conferencia Panamericana que tuvo como sede a Washington.
Se presentó como candidato para suceder a Sarmiento en 1874, pero fue derrotado por Nicolás Avellaneda, continuando en su desempeño como senador. En 1876, tras renunciar a su bancada alegando estar enfermo, viajó a Londres, para elevar una propuesta consistente en un bombardeo a la ciudad de Rosario, motivado porque la sucursal del Banco de Londres en esa localidad, de la cual Quintana era asesor, se había negado a convertir en oro las emisiones monetarias del gobierno provincial y por ello había sido intervenido, lo cual molestaba profundamente a Quintana, quien pretendió infructuosamente intimidar al gobierno argentino, quien contó para ello con la dura e intransigente posición de Bernardo de Irigoyen, que se desempeñaba como Ministro de Relaciones Internacionales del presidente Avellaneda.
Luego de una estancia en Europa, volvió a Buenos Aires donde se desempeñó como abogado y como Rector de la Universidad de Buenos Aires, entre 1877 y 1881.
Fue Ministro del Interior del presidente Luis Sáenz Peña en 1893 con una gestión muy polémica de intervención de las provincias de San Luis y santa Fe y declaración del estado de sitio nacional, lo que precipitó que el Congreso lo interpelara y debiera renunciar.
La llegada a la Presidencia
En las elecciones presidenciales de 1904 se presentó como candidato de la alianza entre Mitre y Roca. Por los mitristas se postulo a Quintana para la presidencia y por los roquistas a Figueroa Alcorta como vicepresidente, consagrándose con la victoria.
El mandato presidencial de Manuel quintana comenzó el 12 de octubre de 1904 en un país económicamente rentable y productivo, pero socialmente convulsionado por las manifestaciones reivindicatorias de los obreros.
El comercio exterior era próspero, las vías férreas continuaron extendiéndose, se mejoraron los puertos de Quequén y Bahía Blanca, se construyó el de Mar del Plata, se nacionalizó la Universidad de La Plata, se mandó a construir el Palacio de Correos, se incrementó en forma notable la inmigración, se sancionó la ley de descanso dominical impulsada por el diputado socialista Alfredo Palacios, se reglamentaron las profesiones liberales, se crearon escuelas provinciales destinadas a la educación elemental y rural de acuerdo a la ley Láinez, se abolió el sistema de voto uninominal, pero no se consideró la propuesta de Quintana de universalizar el voto y hacerlo obligatorio. Sin embargo siguió la política conservadora y elitista de Roca, que se venía desarrollando hasta entonces.
El final
Tras la Revolución Radical de 1905 y un atentado anarquista contra su vida; el 25 de enero de 1906, sintiéndose enfermo, y antes de morir, lo que sucedió en marzo, renunció, asumiendo su vicepresidente.