Los Guaraníes
Entre los aborígenes de América del Sur, habitaron los actuales territorios de Venezuela, Brasil, Paraguay, y el Litoral argentino. En las islas del delta del Paraná, se los conoció como chandules. Otro grupo que recibieron la denominación de Carcarañáes, se instalaron en las riberas del río Carcarañá, en la actual provincia de Santa Fe, mientras que en Chaco se asentaron los chiriguanos. En el norte de la provincia de Corrientes se los denominó Guaraníes de Santa Ana. Los cainguás se distribuyeron a lo largo de toda la Mesopotamia argentina.
Se agrupaban en aldeas (malocas) donde convivían comunitariamente, en grandes ranchos confeccionados con troncos, que recubrían con ramas, varias familias, de tipo monogámicas, ya que la poligamia era reservada para los jefes. Estaban conformadas por alrededor de una centena de personas, dirigidas por jefes locales, que frecuentemente se aliaban entre sí para las actividades guerreras que eran una de sus ocupaciones fundamentales. El nombre de “Guaraní” alude a esa actividad que los caracterizó, ya que significa guerrero. Las aldeas eran protegidas por empalizadas.
La obtención de prisioneros de guerra, les otorgaba a estos una situación privilegiada pero temporaria, ya que luego de ser capturados eran tratados con especiales privilegios hasta que eran ejecutados. Esta era la ceremonia por la cual se iniciaba un guerrero, que era el que había realizado la ejecución, y adoptaba para el combate el nombre de aquella persona enemiga de cuya vida dispuso. Generalmente ese muerto era devorado para obtener su energía (agujé). Sus armas principales eran arcos de más de dos metros de largo, y flechas con punta de madera o hueso, y macanas.
Otras actividades como la caza y la pesca estaban también, a cargo de los hombres, mientras las mujeres se ocupaban de las plantaciones, el hilado y las artesanía en cerámica. También practicaron la navegación en canoas. Las tribus del delta poseían centenares de canoas de gran estructura.
Sus productos principales eran la mandioca, el zapallo, el maíz, el poroto, la batata, el algodón, el maní y la yerba mate.
Cubrían sus cuerpos con telas (aunque los hombres generalmente andaban desnudos) que fabricaban a partir de las cortezas de los árboles.
La plaza central, albergaba la vida social de la comunidad, cuyo jefe era el tuvichá, que distribuía entre los habitantes el trabajo y los bienes de consumo, ya que la propiedad era colectiva. Compartía su liderazgo con el payé, que ejercía la supremacía religiosa. Mediador entre los dioses y los hombres, dirigía los ceremoniales muchas veces administrando sustancias alucinógenas a la población, extraídas de hierbas y hongos. Además estaba el mburuvichá, que era el principal personaje en la esfera política.
En sus ceremonias religiosas carecieron de templos y de imágenes materiales representativas de sus divinidades, que eran puro espíritu, encabezadas por el engendrador del universo llamado Ñamandú. Su opuesto y divinidad destructiva, era Añá. Creían en la reencarnación.
Con el deceso de las personas comenzaba otra vida mucho más plena, en la “tierra sin males” ubicada físicamente, detrás del infranqueable Océano Atlántico, que infructuosamente trataron de hallar.
Enterraban a sus muertos en sus propias viviendas, acompañándolos de todo lo que pudieran necesitar para la travesía.
Con la conquista fueron los jesuitas los que llegaron a un acuerdo con los jefes guaraníes, que aceptaron la protección española, mientras que otros no lo acataron, ni la religión cristiana, y permanecieron en estado de guerra contra la dominación europea. Con la expulsión de los jesuitas los guaraníes perdieron esa protección.
Su lengua deriva del tupí.guaraní. Tiene 12 vocales y 21 consonantes, y es hoy lengua oficial del Paraguay. Podemos escucharla, además, en Corrientes (Argentina) en el sur de Brasil y en Chaco. Los guaraníes al igual que el resto de los descendientes de los aborígenes americanos, se hallan actualmente en estado de indigencia y a la espera de la reivindicación de sus derechos arrasados con la conquista de su territorio.