La Batalla de Pavón
ANTECEDENTES
El largo conflicto entre Buenos Aires y la Confederación, tuvo su punto culminante en la batalla de Cepeda del 23 de octubre de 1859, que no pudo ser impedida, aún por las gestiones del representante de Estados Unidos, Yancey, y por Francisco Solano López, ministro plenipotenciario paraguayo. En esta batalla, Urquiza, al mando de los ejércitos de la confederación, derrotó a los porteños, al mando de Mitre.
El 11 de noviembre se firmó el Pacto de San José de Flores, por el cual Buenos Aires se incorporaría a la Confederación. Como esa provincia, no había intervenido en la sanción de la Constitución de 1853, debía convocar a una Convención que la estudiaría, a efectos de proponer las reformas que considerase pertinentes.
En septiembre de 1860, se reunió una Convención nacional, que reformó la Constitución de acuerdo a lo propuesto por Buenos Aires.
La paz nacional parecía asegurada. Sin embargo, el 16 de noviembre de 1860, se produjo el asesinato del coronel José Virasoro, designado por influencia de Urquiza, como gobernador de la provincia de San Juan. Junto a él, mataron salvajemente a toda su familia. El asesinado era un hombre sin muchas condiciones políticas, que gobernaba en firma dictatorial, e iba a peticionarse su renuncia.
El señalado como promotor del crimen fue un sujeto de la amistad de Sarmiento y de Mitre, llamado Antonino Aberastain, quien ocupó el cargo vacante de gobernador sanjuanino. En Buenos Aires, se festejó el hecho criminal, por considerarse que había desaparecido un tirano, lo que generó reacciones de oposición en la Confederación.
Mitre, gobernador de Buenos Aires, negó toda vinculación con los sangrientos hechos, y de acuerdo con Derqui, quien había asumido democráticamente, como Presidente, el 5 de marzo de 1860, al expirar el período presidencial de Urquiza, aceptó la designación de un interventor para la provincia cuestionada. Fue designado para esa función, el gobernador de San Luis, Juan Saá. Éste se enfrentó por las armas con Aberastain y lo venció en la Rinconada del Pocito, tras lo cual vengó la muerte de Virasoro matando a Abarastain y a muchos de sus hombres.
Estos excesos cometidos por Saá, fueron inculpados a Derqui, por parte de Mitre, aunque el Presidente, se manifestó en desacuerdo y molesto por lo acontecido.
Este hecho, sumado al rechazo de los diputados porteños al Congreso Nacional por haberse seguido en su designación el procedimiento de la ley provincial, y no el de la nacional, hicieron que nuevamente el conflicto, entre Buenos aires y la Confederación, resurgiera.
El Pacto de San José de Flores fue anulado por el Congreso, organismo que autorizó al Poder Ejecutivo Nacional a intervenir y pacificar la provincia de Buenos Aires.
El 24 de mayo de 1861, Derqui intervino la provincia de Córdoba, lo que fue visto por Urquiza y sus hombres como una traición. A esto se sumó el hallazgo de unas cartas en las que Derqui hablaba de neutralizar a Urquiza.
Derqui se retiró a Córdoba para preparar las fuerzas que enfrentarían al gobierno porteño. Mientras tanto, en el vicepresidente Pedernera, puso las tropas entrerrianas y correntinas al mando de Urquiza, quien convencido de que era traicionado por el gobierno central no puso demasiado entusiasmo en la empresa.
Se intentó llegar a una solución pacífica mediante la mediación de Inglaterra, Francia y Perú. Se logró reunir a las fuerzas en pugna, pero la batalla ya era un hecho, al no deponer ninguna de las partes su actitud belicista.
EL ENCUENTRO
La batalla se produjo en Pavón, en la Provincia de Santa Fe, el 17 de septiembre de 1861.
Urquiza se había instalado con 17.000 hombres, en las nacientes del arroyo Pavón, contando con el apoyo de Virasoro, Francia, Saá y López Jordán.
Mitre acampó al sur del arroyo del Medio, con 15.400 efectivos. Junto a él, se disponían a la lucha, Paunero, Venancio Flores, Hornos y Emilo Mitre.
La fuerza de los porteños se basaba sobre todo en la infantería. La caballería de la Confederación era mucho más efectiva, lo que se demostró en el campo de batalla donde la poca caballería porteña, sucumbió casi de inmediato.
En forma súbdita, Urquiza, en el fragor de la lucha, decidió retirase del campo de batalla, viendo que su infantería había sido derrotada en el centro, y se habían perdido 32 cañones.
CONSECUENCIAS
El día 4 de octubre, Mitre se dirigió hacia Santa Fe. Sus fuerzas navales ingresaron el día 8 en Rosario, y el ejército, el día 12.
Ante la derrota, Derqui, establecido en santa Fe, presentó su renuncia. La presidencia, desempeñada por el vicepresidente Pedernera, decretó el 13 de diciembre de 1861, la disolución de las autoridades nacionales.
Paraná dejó de ser lugar de asentamiento de las autoridades nacionales, y la provincia de Entre Ríos continuó gobernada por Urquiza. Éste llegó a un acuerdo con Mitre, para que Entre Ríos y Corrientes no sean molestadas, a cambio de que Urquiza no se interponga en la destitución de las autoridades nacionales.
Mitre, vencedor de Pavón, fue reconocido como Encargado del Poder Ejecutivo Nacional. Aceptó la vigencia de la Constitución Nacional, llamó a elecciones para integrar un nuevo Congreso y convocó a elecciones presidenciales. El triunfo lo consagró como Presidente siendo designado el Dr. Marcos Paz, en el ejercicio de la Vicepresidencia.