José Félix Uriburu
Nació en Salta, República Argentina, el 20 de julio de 1868, siendo sobrino de José Evaristo Uriburu. Ingresó en el Colegio Militar, como cadete, en 1885. Ya era Alférez en 1888. Dos años después, participó de la frustrada Revolución del Parque, que tendría como corolario positivo, la renuncia de Miguel Juárez Celman, Presidente de la Nación. La Revolución había nacido de reuniones de una logia secreta, que se llevaban a cabo en el domicilio de Uriburu. Junto a él, militaba con el mismo ideario, quien luego sería su víctima: Hipólto Yrigóyen.
Al asumir José Evaristo Uriburu, tras la renuncia de Luis Sáenz Peña, de quien era Vicepresidente en el año 1895, su sobrino José Félix, actuó como colaborador, siendo edecán de las fuerzas militares, cargo que venía desempeñando desde la presidencia de Sáenz Peña.
En 1905, los radicales organizaron una revolución para poner fin al sistema de fraude electoral, contra el gobierno de Quintana. Este levantamiento fue controlado, y entre los que apoyaron al oficialismo se encontraba el para ese entonces Mayor, José Félix Uriburu, que formaba parte de la escolta del Primer Mandatario, y era Jefe de Guardia.
Asumió como Director de la Escuela Superior de Guerra en el año 1907, y viajó a países europeos para interiorizarse de la práctica militar en ese continente, lugar al retornó en 1913, particularmente a Inglaterra y Alemania, donde se desempeñó como agregado militar. Un año después retornó a su patria, donde obtuvo una banca en el Congreso, como diputado nacional (30 -7-1913 – 30 – 4 -1914).
En el mes de diciembre de 1914, contribuyó al nacimiento del Partido Demócrata Progresista, liderado por Lisandro de la Torre, del que pronto se distanció políticamente pero no como amigo.
Fue ascendido a general de división en 1921, y en 1922, el entonces presidente, Marcelo T. de Alvear lo nombró en el ejército, como inspector general. No pudo concretar las reformas que se había propuesto en esa institución y cuatro años más tarde renunció para integrar el Consejo Supremo de Guerra. El Ministro de Guerra de Alvear, fue Agustín P. Justo.
Admirador del fascismo, Uriburu, quería reemplazar el sistema representativo del Congreso por uno corporativista, donde los legisladores no representen las ideologías partidarias, sino a los grupos de poder (ejército, sindicatos, iglesia, empresas). De ideas conservadoras, y contrario al sufragio universal, pues consideraba que la mayoría popular no estaba capacitada para votar, se preparó para dirigir, los destinos de la patria, desde el uso de la violencia.
En 1928, Hipólito Yrigóyen asumió la segunda presidencia, que se frustró el 6 de septiembre de 1930, a causa de un golpe militar encabezado por el teniente general José Félix Uriburu (también participó Agustín P. Justo), comandando fuerzas del Colegio Militar, del Regimiento Primero de la Caballería y demás unidades, apoyados por una cantidad estimable de civiles, que logró la renuncia del vicepresidente Enrique Martínez, que estaba a cargo del Poder Ejecutivo, por delegación presidencial desde el día anterior. Así comenzó una etapa conocida como “Década Infame” que con sucesivos presidentes dictatoriales, corrompieron el sistema de la legalidad en el país. Asumió el día 8. La Corte Suprema de Justicia, por medio de una Acordada, reconoció a Uriburu como Presidente de facto (de hecho, no de derecho).
Dentro de las dos facciones que lideraron el derrocamiento de Yrigóyen, Agustín P.Justo era partidario de un gobierno breve, de transición hacia la democracia, retrotrayendo al país al período anterior a los gobiernos radicales. En cambio Uriburu pretendía prolongar la situación de facto, en el tiempo.
Si bien en teoría defendía la vigencia de la constitución, declaró el estado de sitio, mecanismo constitucional que permite suspender las garantías acordadas a los ciudadanos en casos de peligro extremo. Intervino las provincias (Córdoba, Corrientes y la Capital Federal, se levantaron contra el gobierno, aunque sin éxito) los sindicatos y las universidades, disolvió el Congreso y estableció la censura. Sus enemigos políticos fueron perseguidos, y torturados, creando dentro de la Policía Federal una sección especial, destinada al efecto.
En un gesto de apariencia democrático, convocó, en la provincia de Buenos Aires, a elecciones para gobernador en el año 1931, donde se presentaron radicales, socialistas y conservadores, pero cuando el ganador fue Honorio Pueyrredón, de la Unión Cívica Radical, se limitó a anularlas, y preparar un sistema eleccionario fraudulento, que excluía la participación de ese partido que se consagrara vencedor. En estos nuevos comicios esta vez para presidente “arreglados” el triunfo le correspondió a Agustín P. Justo. Su candidato para sucederle, según su deseo, habría sido Lisandro de la Torre, pero éste se presentó como candidato de la oposición, que obviamente, ante el fraude, perdió.
Ya un cáncer estaba minando su organismo, y al entregar el poder a su sucesor, el 20 de febrero de 1932, viajó a Francia, para someterse a una intervención quirúrgica. Falleció en París, el 29 de abril de 1932.