El Rodrigazo
Juan Domingo Perón, en ejercicio de la presidencia de la República Argentina, falleció el 1 de julio de 1974, y la Vicepresidente María Estela Martínez de Perón se hacía cargo de la Presidencia de la Nación, en circunstancias no muy felices.
El Ministro de Economía Alfredo Gómez Morales, renunció a principios del año 1975, cuando la crisis económica era evidente, agravada por la suspensión de las carnes argentinas en Europa. Los sindicatos profundizaron los reclamos ante sueldos que se veían míseros, ante la moneda devaluada. La deuda externa ascendía a 10.000.000.000 de dólares.
Para sustituir a Gómez Morales se nombró al ingeniero Celestino Rodrigo, con el respaldo del ministro de Bienestar Social, José López Rega, asumiendo el 2 de junio de 1975, habiéndose desempeñado anteriormente como Secretario de Seguridad Social.
Presentó un plan económico, cuyas consecuencias fueron funestas para los argentinos, el 4 de junio de 1975, el denominado “Rodrigazo”, donde la moneda fue devaluada en un porcentaje superior al cien por ciento, y los índices inflacionarios se dispararon, en un país que históricamente tenía una inflación mensual entre el y el 3 %, llegó a padecer un índice del 10 % mensual, triplicándose los precios de los productos. Los servicios públicos sufrieron aumentos desmesurados, como por ejemplo, la electricidad un 75 % y los combustibles, un 175 %. Los boletos del transporte público de colectivo subieron un 50 % y los del ferrocarril alrededor de un 100 %. Las tasas de interés no tuvieron tope, y los salarios un progresivo aumento, que fue en un principio de 38 % y luego alcanzó un 45 %, sin siquiera acercarse el salario al aumento del costo de vida, lo que motivó el rechazo de los gremios. Como si fuera poco, muchos productos desaparecieron del mercado. La idea era reducir el consumo y aumentar las exportaciones, que se favorecerían con un dólar alto.
Uno de los máximos responsables de estas medidas fue Ricardo Zinn, un empresario que deseaba con estas medidas provocar un aumento tal de la inflación, que las deudas contraídas por las empresas, quedaran devaluadas, o sea, se “licuaran”. Este empresario tendría un gran protagonismo en el golpe militar que se avecinaba.
El gobierno de la Sra. de Perón sufría con este macabro plan económico el golpe de gracia, sumado al crecimiento de la guerrilla. Dos días más tarde, luego de una encarnizada lucha donde se anularon convenios colectivos, se convocó a un paro general por parte de la GGT por 48 horas.
El 19 de julio López Rega “desapareció” forzadamente de la Argentina, siendo al tiempo buscado por la INTERPOL, y el día 21, Celestino Rodrigo, presentaba su renuncia, aunque fue sometido a un proceso que lo condenó a casi 4 años de prisión.
Este siniestramente recordado ministro argentino falleció en 1987.