El gobierno del Directorio
La Asamblea del año XIII convocada por el Segundo Triunvirato, comenzó a gestar en su seno la idea de establecer un Poder Ejecutivo unipersonal, que ejerciera el poder desplazando al Triunvirato, siendo los principales exponentes de esta idea, los diputados Alvear y Monteagudo.
Esta idea se concretó el 22 de enero de 1814, cuando fue establecido el cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, siendo elegido para desempeñarlo como Director, Don Gervasio Antonio Posadas, que tendría un tratamiento de “Excelencia”, usando una banda tricolor, adornada con una borla de oro. Duraría en sus funciones por el plazo de dos años, y un Consejo de Estado, compuesto por nueve miembros sería el Consejo que oficiaría de asesor.
Las circunstancias que hicieron posible colocar el poder en manos de un solo individuo eran graves. Luego del pacto con Napoleón, el rey Fernando VII estaba de regreso en la Metrópoli, al haber abandonado el trono español, José I, y el ejército del Alto Perú había sufrido las terribles derrotas de Vilcapugio y Ayohúma. José Gervasio de Artigas comandaba las fuerzas de la Banda Oriental, aliado con los caudillos federales de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes, contra Buenos Aires.
A posadas, le sucedió en el Directorio, Alvear, quien fue depuesto por la Revolución Federal acaecida el 15 de abril de 1815, que además disolvió la Asamblea del Año XIII, encargada de nombrar al Director Supremo.
El Estatuto Provisional del 5 de mayo de 1815 dispuso que el nombramiento del Director Supremo, sería obra del Cabildo y de la Junta de Observación. Se sucedieron luego, por la ausencia del Director Titular Rondeau, los directores interinos, Álvarez Thomas y Balcarce, hasta que el Congreso reunido en Tucumán, nombró a Juan Martín de Pueyrredón, como nuevo Director Supremo el 3 de mayo de 1816.
El reglamento Provisorio para las Provincias Unidas, sancionado el 3 de diciembre de 1817 dejó a cargo del Congreso la designación del Director Supremo. Durante el Directorio de Pueyrredón, luego de un período de estabilidad política tras la constitución en la Banda Oriental de un gobierno propio a cargo de Artigas, el 22 de abril de 1819 el Congreso sancionó una Constitución de tendencia unitaria, que recibió el rechazo de las provincias, en forma unánime.
Comenzó entonces, a hacerse cada vez más notoria la guerra civil, por lo cual Pueyrredón envió fuerzas bajo el mando de Luciano Montes de Oca a Entre Ríos, pero fueron derrotadas. Lo mismo ocurrió cuando las tropas estuvieron a cargo de Marcos Balcarce. Otra derrota sufrió Pueyrredón cuando intentó vencer a López en Santa Fe.
Habiendo renunciado Pueyrredón a su cargo, el 9 de junio de 1819, el poder quedó asumido por los caudillos federales, desapareciendo el poder central. El Congreso designó para reemplazar a Pueyrredón en carácter de interino a José Rondeau. Su cargo debía cesar al asumir las nuevas autoridades que disponía la Constitución de 1819. Rondeau, investido de facultades extraordinarias por la situación límite que se vivía, prosiguió la lucha contra el interior, aliándose con los portugueses asentados en la Banda Oriental.
Rondeau fue derrotado en la Batalla de Cepeda, lo que tuvo como consecuencia la disolución del gobierno centralista porteño. En Buenos Aires, establecida como provincia autónoma, comenzó la designación de gobernadores.