El Cordobazo
CONTEXTO HISTÓRICO
Se produjo el 29 de mayo de 1969, en la ciudad de Córdoba, Argentina, durante el gobierno de facto del Gral. Juan Carlos Onganía, que encabezaba el gobierno llamado Revolución Argentina, que derrocó al presidente Illia. Tuvo rasgos similares al mayo francés, ocurrido en París un año atrás, donde grupos universitarios de izquierda reaccionaron en forma violenta contra la política de falta de empleos para los egresados, y contra el capitalismo. La protesta y las huelgas en París, se generalizaron abarcando distintos sectores.
Durante la vigencia de la dictadura de Onganía, Argentina sufrió una fuerte paralización de su sector industrial al registrarse una apertura a la importaciones que la perjudicaba. Como si esto no fuera suficiente, los obreros sufrieron quitas importantes en sus salarios, que permanecieron inmutables a pesar del aumento del costo de vida, desarticulándose la Comisión del Salario Mínimo Vital y Móvil. La edad para acceder al beneficio jubilatorio fue incrementada y se impidió el congelamiento de los alquileres.
En 1966, asumió Adalbert Krieger Vasena, como ministro de Economía. El costo de vida se redujo a menos del 8% y las empresas estatales redujeron su déficit. Esta situación favorable le permitió recurrir al crédito internacional. Para lograr ese saneamiento económico congeló sueldos, y eliminó subsidios a las producciones regionales, entre las cuales figuraban el azúcar y el algodón, que determinó la quiebra de esas empresas, mientras las multinacionales aumentaban vertiginosamente sus ganancias, casi al mismo ritmo que los industriales argentinos se empobrecían.
Onganía era un ferviente católico y admirador del dictador español, Francisco Franco. Como tal, su ideario se basaba en la defensa de la tradición católica e hispánica. Para cumplir esos fines, censuró el humor político, los besos en sitios públicos y las boites. El cine, el teatro, los hombres de cabellos largos, eran mirados con recelo. Su gobierno no tenía un plazo de duración, sino objetivos que cumplir, según sus propias manifestaciones, atribuyéndose en pleno, la potestad legislativa. Destituyó a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, Gobernadores, Intendentes, Congreso Nacional y a las Legislaturas Provinciales.
Las manifestaciones obreras fueron autorizadas a ser reprimidas por ley, y muchos sindicatos fueron intervenidos, y retirada su personería jurídica.
Disolvió los Partidos Políticos, vendió sus locales y bienes tras confiscarlos, y creo un organismo denominado Dirección de Investigación de Políticas Antidemocráticas (DIPA) persecutorio de todos los enemigos del régimen militar, y de aquellos con ideas de izquierda y sindicalistas.
La CGT estaba dividida en la oficial, la Azopardo, reconocida por el gobierno dictatorial, y la de los argentinos, opositora al gobierno y liderada por Raimundo Ongaro.
Fue durante este gobierno que se produjo la “Noche de los bastones largos” donde las fuerzas militares intervinieron las universidades, donde se gestaban ideas subversivas. Muchos profesores y alumnos recibieron castigos corporales. Para apoyar normativamente su accionar, dictaron la ley de represión del comunismo.
Particularmente en Córdoba, se fue formando una conciencia colectiva de desobediencia civil y lucha organizada, sobre todo en sectores obreros y estudiantiles, que tuvo su punto culminante en el mes de mayo de 1969. Las huelgas fueron reprimidas con suma dureza, pero las protestas callejeras crecían en número y violencia.
El 15 de mayo la ciudad de Córdoba se quedó sin transportes, mientras se anunciaba un paro total para el día siguiente. Los principales sindicatos involucrados eran SMATA (sindicato mecánico) y la UTA (de transportes). El paro duró 48 hs. Los principales dirigentes fueron Agustín Tosco, Atilio López y Elpidio Torres. Otras manifestaciones similares se habían ya registrado en otros puntos del país. En Corrientes, se había producido una, el mismo 15 de mayo donde un estudiante resultó muerto, y algo similar ocurrió en Rosario.
El 19 de mayo desde el gobierno se ordenó el cierre de la Universidad.
LOS HECHOS
El 29 de mayo desde diversos puntos de la provincia partieron columnas de obreros. El primer enfrentamiento con las fuerzas policiales se produjo en la Avenida Vélez Sársfield, donde una columna de 5.000 obreros se dividió. Un sector se dirigió hacia el centro universitario donde se sumaron los estudiantes, y la otra incorporó a muchos vecinos de los barrios Güemes y Observatorio. Fue al mediodía del 29 de mayo cuando el primer muerto, Máximo Mena, resultaba como trágico saldo de la reacción popular y de la represión estatal. La furia de la gente ante la muerte de un ciudadano, estalló en una ola incontenible de violencia que dejó desvastada la ciudad, tras incendiar la Oficina de Rentas, la Aduana, la firma Xerox de capital norteamericano, y la de Citroen (francesa).
Endilgando al comunismo internacional la responsabilidad de enfervorizar a las masas, Onganía allanó la CGT de los Argentinos, condenado a los dirigentes obreros por los hechos. Un exponente de este escarmiento fue Agustín Tosco, perteneciente al sindicato de Luz y Fuerza, juzgado por Tribunales militares a 8 años de cárcel, aunque fue puesto en libertad al año y medio.
CONSECUENCIAS
El 4 de junio de 1969 se producía el reemplazo del ministro de economía por un social cristiano, José María Dagnino Pastore. Sin embargo, siguió la misma política económica anterior: Inversiones de capitales extranjeros, estabilidad cambiaria y congelamiento de salarios.
A partir de este movimiento, otros similares se sumaron a la lucha por reivindicaciones obreras y en contra de la opresión dictatorial, convirtiéndose los rebeldes de Córdoba en los máximos dirigentes sindicales. También fue el punto de partida de las organizaciones armadas de izquierda como Montoneros o el ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
En el primer aniversario del cordobazo se produjo el secuestro y asesinato, por parte de los Montoneros del general Pedro Eugenio Aramburu, que había inspirado la Revolución Libertadora, que asumió tras derrocar a Perón, en 1955.
Fue, además, el Cordobazo, el determinante de la caída del general Onganía, quien fue reemplazado en 1970, por el Gral. Roberto Marcelo Levingston, a causa de un golpe militar interno, quien a su vez fue depuesto en marzo de 1971, cuando la Junta de Comandantes, nombró al general Alejandro Agustín Lanusse.