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Arturo Frondizi

Publicado por Hilda

Arturo FrondiziArturo Frondizi nació en la ciudad correntina de Paso de los Libres (Argentina) el 28 de octubre de 1908. En 1923 se radicó en Buenos Aires con su familia, y estudió en el Colegio Nacional Mariano Moreno. Se recibió de abogado con honores en 1930. Durante sus años formativos, Frondizi fue influenciado por el entorno académico del Colegio Nacional Mariano Moreno, que fue un semillero de ideas progresistas y de renovación política. El contacto con profesores y estudiantes comprometidos con un cambio social moldeó sus perspectivas políticas, lo que contribuyó a su decisión de unirse a la Unión Cívica Radical. Se afilió a la UCR (Unión Cívica Radical) ese año, tras el derrocamiento de Hipólito Yrigóyen. Integró el MIR (Movimiento de Intransigencia y Renovación) que nació el 1 de noviembre de 1945 en oposición a la Unión Democrática, coalición de partidos de izquierda y derecha que se aliaron para enfrentar al peronismo en las elecciones.

Frondizi tenía ideas de centro-izquierda, apoyando el nacionalismo económico de Yrigoyen y en contra de la política de Alvear. Ocupó una banca como diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires en 1946 durante la primera presidencia de Perón, con quien estuvo de acuerdo en cuanto a sus medidas económicas, sociales y sindicales, pero consideró muchas de las actuaciones de Perón como no democráticas. Frondizi se opuso públicamente a ciertas políticas autoritarias de Perón, como la censura de prensa y la supresión de la oposición política. Esta postura crítica le valió tanto apoyo dentro de su partido como la desconfianza del gobierno peronista, que veía en él una amenaza a su hegemonía. Este apoyo a las medidas del gobierno peronista, le valieron ser expulsado en octubre de 1945 de la Casa Radical con sede en Capital Federal.

Se presentó a las elecciones de 1951 como Vicepresidente de Balbín, pero fueron derrotados en las urnas por Perón. La campaña de 1951 se destacó por su intenso esfuerzo por movilizar al electorado alrededor de propuestas democráticas y de renovación política. La fórmula Balbín-Frondizi intentó capitalizar el descontento con las políticas peronistas, aunque enfrentaron dificultades debido a la maquinaria política peronista y su arraigo en amplios sectores de la población. Fue puesto en prisión en 1953 y 1955 junto con otros radicales por considerarlos parte de las revueltas antiperonistas. En 1954 la UCR lo eligió como presidente de su Comité Nacional.

En 1955 en medio de un clima de tensión y frente a la propuesta de pacificación de Perón, Frondizi pronunció un discurso por Radio Belgrano criticando los contratos petroleros con las empresas californianas, subsidiarias de la Stand Oil (luego él mismo haría algo similar).

Luego de la Revolución Libertadora que derrocó a Perón en 1955, Lonardi fue a los dos meses reemplazado en el mando por Pedro Eugenio Aramburu iniciándose una encarnizada política antiperonista.

Frente a las nuevas elecciones democráticas del 23 de febrero de 1958 se impuso el MIR frente al radicalismo conservador, postulando a Frondizi para la presidencia, por el partido llamado Unión Cívica Radical Intransigente.

Llego a la presidencia el 1 de mayo de 1958, cuando le fue entregado el mando por el ex presidente de facto Aramburu, acompañado en la vicepresidencia por Alejandro Gómez. Llegar a ganar las elecciones le fue posible por un pacto con el peronismo por el cual les levantaría la proscripción, desarrollaría una política antiimperialista y sancionaría una Ley de Asociaciones Profesionales. En su discurso inaugural prometió terminar con los sectarismos.

El vicepresidente Alejandro Gómez renunció a los seis meses por no estar de acuerdo con Frondizi, aunque no están claros los motivos. Algunos sostienen que se opuso a la política petrolera, y otros, que se alió a los militares para conspirar contra el gobierno.

La obra de gobierno de Frondizi se caracterizó por ser desarrollista de la industria nacional (en consonancia con las ideas de Rogelio Frigerio) utilizando para ello no los fondos estatales sino la radicación de empresas multinaciones, sobre todo de industria pesada. Se fomentó la actividad cultural, científica y artística. Frondizi implementó un enfoque de desarrollo industrial que priorizó la inversión extranjera, especialmente en sectores estratégicos como la siderurgia y la petroquímica. La conexión con empresas multinacionales permitió la transferencia de tecnología y la creación de empleos, aunque estas medidas fueron criticadas por sectores nacionalistas que veían con recelo la dependencia externa.

La producción de petróleo y de gas natural creció gracias a los contratos que celebró con empresas petroleras de Estados Unidos con el objetivo de que operen por cuenta de YPF, empresa que fue nacionalizada, lográndose no solo abastecer el mercado interno sino además, exportar petróleo. Sin embargo los gremios petroleros se opusieron a estas medidas, contrarias a lo que había prometido Frondizi de no explotar petróleo por parte de compañías extranjeras que se llevarían parte de las ganancias, y declararon una huelga general, contra lo que consideraron una medida pro imperialista, a lo que se les respondió desde el Estado con la declaración del estado de sitio.

Se invirtieron grandes sumas en la industria automotriz, siderúrgica y petroquímica, la que se equipó y modernizó. En 1960 se inauguró el alto horno en San Nicolás de los Arroyos destinado a producir acero.

Como contrapartida, creció fuertemente el índice inflacionario, intentándose superar el problema con el aumento de los salarios y la reducción del gasto público. Se impusieron los condicionamientos del FMI y el Ministro de Economía, Álvaro Alsogaray defendió la reducción en la capacidad adquisitiva formulando la frase tristemente célebre: “Hay que pasar el invierno”, en su discurso del 29 de junio de 1959.

En política exterior tuvo buena relación con el gobierno demócrata de Kennedy y con Cuba, manteniendo reuniones secretas con el Che Guevara, aunque la presión ejercida por los militares lo obligó a romper relaciones con Cuba; realizó intercambios comerciales con la URSS y visitó India, Indonesia e Israel.

Durante los años iniciales de la década de 1960, las tensiones con las fuerzas armadas aumentaron debido a la percepción de que Frondizi simpatizaba con elementos peronistas. La culminación de estas tensiones se reflejó en el fuerte descontento militar y en el rechazo a sus políticas más liberales, lo que eventualmente llevó al golpe de Estado. El 29 de marzo de 1962, fue derrocado por un golpe militar. Falleció el 18 de abril de 1995 y fue condecorado de modo póstumo con el premio Konex de Honor por la fundación Konex.