Thomas Falkner
El historiador y sacerdote Guillermo Furlong (1889-1974), calificó la vida de Thomas Falkner como “novelesca”. Su nacimiento tuvo lugar en la ciudad de Manchester (Inglaterra) el 6 de octubre del año 1702. Estudió medicina siguiendo la tradición familiar, ya que padre era médico, en la Universidad de San Andrés (Edimburgo, Escocia) y trabajó como médico cirujano en una flota naviera. La sed de aventuras se apoderó de él, y un barco dedicado a la trata de esclavos lo trajo hasta Buenos Aires, actual Argentina, pero que en ese entonces integraba el virreinato del Perú, en 1730, gravemente enfermo.
El monje jesuita Sebastián de San Martín le salvó la vida, lo que motivó que se despertara su vocación religiosa por el catolicismo, renunciando a sus creencias familiares calvinistas, e ingresó a la orden de los jesuitas, ordenándose sacerdote en el año 1738.
Se dedicó a partir de entonces, como todos los jesuitas a la evangelización de los aborígenes, recorriendo Santa Fe, Santiago del Estero, Buenos Aires, La Pampa y Córdoba, llegando hasta el sur del Río Salado, donde se ubicaban los indios patagónicos, los más hostiles. Exploró la zona, sin poder adentrarse mucho más al sur, por el peligro que representaba, y convivió con los aborígenes a quienes educó. En 1767 los jesuitas fueron expulsados de América, y debió volver a Inglaterra.
En el año 1774, publicó en inglés el libro “Descripción de la Patagonia” de gran interés para los naturalistas europeos, ya que describía las características geográficas de la región, su flora y su fauna.
Thomas Falkner murió en Winchester (Inglaterra) el 30 de enero del año 1784. Sin embargo su nombre sigue vivo, pues lo perpetúan en la Patagonia argentina, un lago, y su cerro contiguo.