El Partido Autonomista Nacional (PAN)
Antecedentes
Luego de la caída de Rosas, ya se acabarán las luchas entre unitarios y federales. La Constitución Nacional de 1853, aceptó esta última como la forma de gobierno para la Nación Argentina. El nuevo problema era cómo se preparaba Buenos Aires para resignar su hegemonía, lo que no hizo, no aceptando la Constitución y formando un estado independiente, separada del resto de la Confederación, formada por las 13 provincias restantes.
Buenos Aires deseaba la unificación, pero de ningún modo en un pie de igualdad con las demás provincias, sobre todo porque los recursos aduaneros la habían convertido en una provincia rica. Luego de la batalla de Cepeda, Buenos Aires se unió a la Confederación, debiendo aceptar la Constitución aunque se aceptaron las reformas incorporadas en 1860, pero cuando Mitre venció a Urquiza, el liderazgo porteño resurgió.
Dentro de los liberales porteños cabía diferenciar los mitristas o nacionalistas, que aceptaban la federalización de Buenos Aires y los alsinistas o autonomistas que no deseaban renunciar a los derechos aduaneros de Buenos Aires ni su federalización.
Los alsinistas paulatinamente cambiaron su postura intransigente, para tratar de realizar una política de conciliación de intereses, realizando un proteccionismo de la industria nacional durante las crisis de 1866 y 1873.
Formación del PAN
Luego del mandato de Sarmiento (1868-1874) que había logrado un control sobre el ejército la legislatura y las provincias, se planteó el problema de la sucesión presidencial.
Se presentaban como candidatos, Adolfo Alsina por el Partido Autonomista y Bartolomé Mitre, por el partido nacionalista. En este contexto, es importante destacar que la elección presidencial de 1874 fue un hito en la historia política argentina, ya que fue la primera vez que se realizó una elección presidencial con más de un candidato.
En las provincias se había formado una oligarquía, que logró una unión entre las provincias, llamada el Partido Nacional, apoyados por Sarmiento, que respaldaba como candidato, a su Ministro, Nicolás Avellaneda. Se llegó a una alianza con los autonomistas por la intervención de Julio Argentino Roca, que llevó a la Conformación del Partido Autonomista Nacional, el 15 de marzo de 1874. La fórmula presidencial en vistas a las elecciones de 1874, era: Nicolás Avellaneda (del Partido Nacional)-Mariano Acosta(del Partido Autonomista), que venció en elecciones cuestionadas, a la de los nacionalistas Bartolomé Mitre-Juan Torrent. En el gobierno de Avellaneda, Alsina fue Ministro de Guerra.
Acusando de fraude al resultado electoral, los mitristas realizaron un levantamiento que fue reprimido por las fuerzas oficiales al mando de Julio A. Roca.
Las características comunes de los hombres del P.A.N. era su fuerte vínculo con la cultura europea, su condición social elitista, su laicismo en materia religiosa, estimulando la consolidación argentina como país agro-exportador. Como característica negativa, puede destacarse la perpetuación en el poder a través del fraude electoral.
Avellaneda intentó una conciliación con los mitristas dictando una ley de amnistía a los revolucionarios de 1874. Luego de una entrevista entre Mitre y Avellaneda, en 1877, se llegó a un entendimiento por el cual los mitristas participarían en las elecciones, a lo que se negaban por los abusos y el fraude, integrando una lista conjunta, designándose por consenso al gobernador de Buenos Aires, que sería Carlos Tejedor. Los miembros revolucionarios del ejército serían reincorporados.
Entre los autonomistas, los que no aceptaron el acuerdo crearon separadamente el Partido Republicano, bajo la dirección de Leandro Alem y A. del Valle.
Alsina falleció en 1877, y en vistas a las futuras elecciones el oficialismo sostuvo la candidatura de Roca.
La decadencia
Creada la Unión Cívica Radical en 1890, luego de la Revolución del Parque, que culminó con el gobierno de Juárez Celman, surgió dentro del Partido Autonomista Nacional una corriente modernista que trataba de terminar con el sistema del “voto cantado” que había sostenido a este partido en el poder mediante el fraude. Roque Sáenz Peña durante su mandato, dictó la ley que impondría el voto secreto, universal y obligatorio, que significó la muerte del P.A.N. cuyo último presidente fue Victorino de la Plaza que gobernó entre 1914 y 1916.
El Partido Autonomista Nacional, a pesar de su decadencia y eventual desaparición, dejó un legado importante en la historia política de Argentina. Su influencia se puede ver en la formación de la identidad nacional argentina y en la consolidación del sistema político del país. A pesar de las críticas y controversias que rodearon a este partido, su papel en la historia argentina es indiscutible y su impacto se puede sentir hasta el día de hoy.