Los campos de concentración nazis
Los campos de concentración nazis fueron creados en sus comienzos para albergar a toda persona que fuera una amenaza para el estado. Se constituyeron como campos de detención en razón de prisioneros por causas políticas. También eran trasladados allí los homosexuales, gitanos, etc., personas consideradas anormales.
El campo de Dachau, fue el primero de carácter regular institucionalizado en el año 1933 con la finalidad de encarcelar a presos políticos. Los cantidad de personas cautivas ascendió, de 4.800 durante el primer año, a 13.260 hacia 1937.
El campo de Buchenwald fue uno de los más importantes dentro del territorio alemán. Construido en el año 1937 a cinco millas al noroeste de Weimar, se creó para ser habitado sólo por varones, condición modificada hacia 1944, año en que comenzaron a reclutarse mujeres. Con alambrados electrificados y centinelas con ametralladoras automáticas, listas para disparar, este campo derivó en escenario de fusilamientos y ahorcamientos llevados a cabo por la SS.
El uso de los campos se fue recrudeciendo a medida que el nazismo fue ganando espacio y poder. Algunos de ellos, inicialmente para encarcelamientos, devinieron en verdaderos sitios de exterminio.
Asimismo, no sólo funcionaban en Alemania, los nazis establecieron campos en los países anexados durante la Segunda Guerra Mundial, tal es el caso de Auschwitz, a pocos kilómetros de Cracovia, cerca de frontera germano-polaca, compuesto por tres campos principales: Auschwitz I (1940), Auschwitz II (1942) y Auschwitz III (octubre de 1942). Este complejo dependía en forma directa de la “Inspección de Campos de Concentración”, subordinado la a SS. Posteriormente, a parir de 1943, Auschwitz I pasó a ser el centro desde donde se ordenaban los operativos, aparte de ser el archivo en el que se guardaban todos los expedientes de los prisioneros. Finalmente, se unificó con Auschwitz II y la unidad III pasó a tomar el nombre de Campo de concentración de
Monowitz.
Al objetivo inicial mencionado sobre la creación de los campos, habría que sumar que los presos servían como mano de obra para trabajos forzados, experimentos efectuados por médicos en humanos, y como territorio libre para la eliminación de determinados grupos de indeseables, a elección.
Llegaban trenes desde todas partes de Europa con miles de personas, algunas de ellas, enviadas a las cámaras de gas sin dilaciones. Los números varían de acuerdo a los historiadores, pero se estima que allí fueron asesinados, aproximadamente, 1,1 millones de personas.
Auschwitz fue disuelto en 1945 por los soviéticos; se liberaron unos 7000 judíos en precarias condiciones y algunos de ellos, moribundos.
El campo de Lublin destinado a prisioneros de guerra en 1941, se transformó en campo de concentración hacia 1943, compuesto fundamentalmente por presos soviéticos.
Entre los campos de exterminio destinados a ejecutar la “Solución Final”, aparte de Auschwitz, se conocen Majdanek y Chelmno (Polonia), construido en 1941. Ejecutó no únicamente judíos, sino también gitanos. Las cifras ascienden a los 3 millones. Hubo 120 sobrevivientes.
El hecho de que la SS considerara estos campos como un secreto de estado, colaboró en la clandestinidad de su accionar y en la impunidad con que actuaron los nazis, a quienes se les adjudica el asesinato de entre quince y veinte millones de judíos.